Una boda inolvidable

Ya está, me casé...... Ahora soy la señora Perucha y con muchísima honra. Arriba Perú, carajo! *jajaja*

Sé que todo el mundo dice que el día de su boda fue un día inolvidable, que fue la boda más bonita de la historia. Mi boda desde luego no fue la boda más bonita pero inolvidable, eso sí. Pocas personas han tenido la suerte de empezar su vida matrimonial con unas risas tan lindas como las que hubo en mi boda. Os cuento....

Mi esposo es bastante grande, tanto de pies como de cuerpo. Estamos en un país donde los hombres más bien son flaquitos y bajitos y con pies chiquititos. Esto creó ciertos problemas para mi esposo - no hubo forma de encontrar unos zapatos bonitos del número 44, porque parece ser que cualquier número superior al 40 es considerado tamaño gigante... La camisa lo mismo, después de mucho buscar durante días dió con una camisa rosa medio decente donde entraba y podia cerrar los botones, pero eso sí, nada de movimientos bruscos o se reventaría la costura cual The Incredible Hulk....

Mi vestido fue otro problema. No quería nada parecido a una carpa ni de colores chillones, asi que durante mucho tiempo estuve buscando algo bonito y no demasiado caro. El gusto de este país es bastante diferente al gusto europeo y como las mujeres aqui normalmente llevan un pantalón por debajo del vestido fue difícil dar con la clase de vestido que yo quería. Pero al final encontré un vestido que me gustó. Rojo, muy rojo.... Porque al principio la idea era que mi esposo se iba a casar de azul y asi ibamos a ir bien de colores, pero como no habia de su talla, desentonamos un poquillo. Pero no pasa nada.....

Cuando estoy en época de examenes no como bien, pura porquería nada más, comida basura y a deshoras y qué ocurre...? Cuando volví a probar mi vestido lindo vi lo mucho que había engordado.... Me había comprado una faja para disimular un poco los michelines tamaño camión, pero la verdad es que algo falló y en vez de reducirme la barriga no paraba de bajar y me dejó un rollito muy extraño a la altura del ombligo.... Yo todo el rato intentando subirme la faja... Qué agobio!!! Y debido al tamaño descomunal de mi barriga se me subió el vestido más de la cuenta y se quedó hecho un minivestido muy pero que muy mini.... Entre intentar subirme la faja y bajarme el vestido no digo nada... Por suerte mi esposo es muy grandote y pudo hacer de guardaespaldas, si no, se me tiran encima más de un admirador callejero...

Bueno, despúes de ciertos problemas de logística llegamos a la iglesia. Encontramos al padre que nos iba a casar, sin cambiar de ropa y hasta el último momento mirando y remirando los papeles a ver si había alguna forma de cancelar la boda. :-( Como no me había dado tiempo confesarme por culpa del examen, me esperó mi padrecito preferido para escuchar mis pecados pasados y dejarme limpia para mi nueva vida como esposa. Es todo un encanto mi padrecito y le quiero un montón! Qué pena que no pudiera casarnos, eso hubiese sido otra cosa muy distinta. Pero al menos pudo estar presente con nosotros en la boda y compartir ese momento conmigo.

Empezó la boda con mucho descontrol y nadie sabia exactamente que hacer ni donde colocarnos ni nada. El padre que nos casó, el padre A, estaba más que despistado porque cada dos por tres se olvidaba de lo que tenía que decir y se le iba el santo al cielo. Y mi esposo y yo tuvimos que aguantarnos la risa porque todo fue tan cómico. Mi esposo apenas pudo estar de pie, porque los zapatos le apretaban horrores. Cada que se movía estiraba la costura de la camisa, amenazaba con romperse en cualquier momento... Me colocó mi anillo y cuando me llegó el turno a mí el padre A se volvió a equivocar y se me fue la olla y le coloqué el anillo en la mano equivocada. Dios santo, qué lío!!! Como los dedos de mi esposo son más bien grandes y su anillo más bien pequeño (ni anillos de su tamaño hay!) se quedó el anillo atascado en el dedo equivocado y ahí se quedó... Cuando llegó el turno a las arras la confusión era total y ya no podiamos evitar reirnos de todo, porque fue una situación tan surrealista. Pero fueron unas risas muy bonitas, llenas de amor y felicidad, los dos contentos de saber que nuestra vida en común empezó con tanta alegría.

Al terminar la misa fuimos al despacho del padre A a firmar. Uno de los testigos, español tenía que ser, claro, no pudo evitar soltar - "Padre, estos papeles son un poco antiguos, no?" porque las hojas estaban todo amarillentas y frágiles. Quién sabe cuánto tiempo llevan los papeles en la parroquia? Seguro que no se ha celebrado ninguna boda católica en esta ciudad en al menos 20 años... Los testigos, nada más firmar, se fueron a por el ordenador y buscaron las noticias futbolisticas, porque claro, había que ver lo que decían sobre el partido de la noche anterior, F.C. Barcelona contra Manchester United. *jajaja* Qué no falte el fútbol, claro... Somos españoles!

Mi padrecito, el padre J, habia preparado unas tapitas en el comedor. Un poco de jamón, queso, chorizo, aceitunas y como no, muchas cervezas y vino. Por algo somos españoles. *jajaja* Fue muy lindo compartir ese momento con los dos padres y con nuestros testigos. Mi padrecito se puso muy sentimental por la emoción y casi una botella entera de vino, se emborrachó de lo lindo. El padre A, que no estaba igual de contento, pasó un rato con nosotros y luego se fue a hacer el certificado de matrimonio. Los dos testigos también se fueron y nos quedamos mi esposo, mi padrecito y yo hablando. Muy muy muy bonito todo. Nos reimos y disfrutamos del momento, de saber que ya está, estamos casados, que la pesadilla de los últmos meses ya se acabó.

Asi que, como os dije, mi boda fue inolvidable.... Pero todo un éxito y la verdad es que no la hubiese querido de otra manera.